lunes, 1 de diciembre de 2014

El nacimiento de un hermano, 
como abordarlo desde la familia
Escrito por Aportaciones

Artículo de Berta Ponce, psicologa de Psicologas Madrid (blog Psicología y pedagogía)

VOY A TENER UN HERMANITO

Tener un segundo hijo supone un cambio para toda la familia. Normalmente los padres vivirán este embarazo  más tranquilos, ya tienen experiencia y saben cómo trascurrirán las cosas.
Desde que saben la noticia, los padres suelen hacerse muchas preguntas: “¿Sentiremos lo mismo por los dos? ¿Cómo se llevaran entre ellos?, ¿Cómo le damos la noticia al mayor?, ¿Se lo decimos enseguida o esperamos un poco?”, ¿Sentirá celos el mayor?...
También intuirán que si ya es difícil a veces organizarse con un hijo, con dos, las cosas se complicarán, el trabajo, los horarios, los gastos…, todos necesitarán su tiempo para ir integrando los cambios.

Una de las dudas más frecuentes para los padres es cuánto tiempo es el ideal entre un hijo y otro, que se lleven más o menos tiempo tendrá una serie de ventajas e inconvenientes para todos.
Cuando los hermanos se llevan menos de 2 años de diferencia los padres se encuentran con dos niños muy dependientes ya que  los dos necesitan muchos cuidados todavía, esto hará que los padres se sientan muy exigidos tanto física como emocionalmente, pudiendo presionar al mayor a madurar rápidamente. Si por el contrario la diferencia es muy grande, más de 7 u 8 años la rivalidad entre los hermanos será menos frecuente, pero podrán compartir menos actividades juntos.
Un buen momento podría ser cuando veamos que nuestro hijo mayor es cada vez más independiente: ha dejado el pañal, duerme toda la noche, intenta comer y vestirse solo etc. Esto hará que los padres no se sientan tan demandados  y que al niño le sea más fácil entender que sus papas no podrán estar disponibles tanto tiempo como antes.
En los meses de embarazo, podemos ir haciendo partícipe al niño de todo el proceso, de esta manera el niño podrá prever lo que va a pasar y se sentirá implicado, puede por ejemplo acompañar a sus padres a ver a su hermano en las ecografías, ayudar a preparar la habitación del bebé etc.
 Será muy frecuente que el niño haga preguntas durante y después del embarazo “¿Cómo llega el bebé a la tripa de mamá?, ¿Por dónde saldrá? ¿Cómo se hacen los bebés?”. Es importante responder siempre a las preguntas de nuestros hijos adecuando las respuestas a la edad del niño y sin adelantarse a sus intereses. Podemos leer con él algún cuento en relación al nacimiento y se le explicará que el padre y la madre cumplen una función importante en la concepción, el padre aportando el espermatozoide y la madre el óvulo, de cuya unión crecerá un bebé dentro del útero de la madre y que allí permanecerá 9 meses.
El primer encuentro entre los hermanos suele ser un momento muy emotivo para los padres que por primera vez ven a sus dos hijos juntos. Será de gran ayuda para el hermano mayor contarle como trascurrirán las cosas, eso le hará sentir más tranquilo y seguro. Ha de saber que mamá estará varios días en el hospital, si el padre acompaña a la madre en el parto, los papas buscaran alguien de confianza y explicarán al niño con quien estará mientras tanto.
El día que nazca el hermanito le podemos llevar a conocerlo aunque será más fácil para él no encontrarse a su hermano en brazos de mamá, esto le facilitará el primer acercamiento.
Cuando el nuevo bebé ya está en casa, los padres se sentirán más tranquilos que con su primer hijo, ya saben a lo que se enfrentan aunque ahora tendrán menos tiempo y energía. Antes, cuando solo tenían un hijo, podían descansar un rato mientras el niño dormía o turnarse entre ellos, ahora esto será más complicado, si los papas tienen familiares cerca serán ahora de gran ayuda para quedarse a ratos con alguno de los niños para que ellos puedan descansar.
Otra preocupación que tienen los padres son los celos del primogénito, aunque este sentimiento es normal los padres suelen vivirlo con inquietud ya que les preocupa que la relación entre hermanos se estropee.
El niño mayor tenía antes a sus papas todo el tiempo  para él y ahora tiene que empezar a compartirlos ¿Cómo no va a estar celoso entonces? En algunos pequeños pueden aparecer conductas regresivas que ya estaban superadas (vuelve a hacerse pis, vuelve a llorar cuando le dejamos en el cole etc.), será su manera de expresar lo confuso que se  siente y mientras esto no se prolonguen en el tiempo los papas no han de alarmarse.
Los sentimientos del mayor hacia el bebé pueden ser ambivalentes, de cariño y de hostilidad, los padres y los adultos cercanos pueden hacer mucho por ayudar al niño ante tantas sensaciones nuevas:
Empatizando con él, es un cambio importante, ha de pasar un tiempo para que todos integren al nuevo miembro en la familia, podemos ayudarle poniendo en palabras sus sentimientos y trasmitiéndole que aunque ahora mamá y papá tengan menos tiempo, tienen amor suficiente para los dos.
Será importante dejarle participar en los cuidados de su hermano, puede ayudar a sus papas en el baño, se le puede pedir consejo sobre que juguete comprar al bebé, que música ponerle etc. También se pueden ver fotos y videos de cuando él nació, para que vea que con él se hizo lo mismo que sus papas hacen ahora con el bebé.

Como es un momento delicado, hemos de tratar que haya los menos cambios posibles en sus rutinas, no le saquemos de la cuna o de su habitación justo cuando llega su hermano.
Algo que puede suavizar muchos momentos de tensión es reservar espacios de tiempo a solas con el mayor, explicándole p ej.: “Ahora estoy bañando al bebé pero recuerda que luego tendremos nuestro rato juntos, solos tú y yo, podremos jugar a lo que tú quieras”. Estos ratos serán de gran ayuda para el niño que podrá tener a papá o mamá para él solo y también expresar cómo se siente.
Y aunque los celos aparecerán en muchos momentos, la relación entre hermanos hará que ambos adquieran valiosas cualidades: el pequeño tendrá al mejor profesor en su hermano mayor y los dos tendrán la oportunidad de practicar en casa muchas habilidades: compartir, aprender a esperar, negociar… que les servirán en todos los ámbitos de su vida.



viernes, 30 de mayo de 2014

Maestros

Leer, claro está, es la capacidad de decodificar los signos lingüísticos e interpretar su significado. A estas alturas parece innecesario ejercer la defensa de la alfabetización. Sin embargo, aún queda por universalizar la importancia de la lectura jerarquizada. Me refiero a la lectura que compromete tanto al intelecto como a la emoción; a la lectura como una instancia reflexiva, crítica y creativa.

Leer, como acto pleno y completo, se relaciona con la posibilidad y la capacidad de tratar con textos que trasciendan lo meramente informativo o pragmático. Textos muy diferentes a aquellos otros, alienantes y soporíferos, que nada nos dicen de nosotros mismos y de nuestro mundo. Leer literatura, acceder a sus lenguajes, sus temáticas, sus virtudes estéticas, es un ejercicio de humanización y libertad.

Y como leer literatura no es leer cualquier otra cosa, se necesita de una lectura particular. La literatura requiere que las palabras se queden un rato en la boca y otro rato en el corazón. Necesita de lectores capaces de aceptar los desafíos, las demoras, las incertidumbres. Intentemos no transformarnos en lectores de mercado, apurados, incapaces de soportar los caminos, a veces arduos, del texto literario.

Solemos atribuir a los niños y a los adolescentes la necesidad irreductible de reconocerse y reflejarse en el texto a través de los personajes, el argumento y el lenguaje. Mi experiencia me demuestra que esa hipótesis es inexacta. Ellos suelen ser mucho más generosos y estar más dispuestos a aceptar la “otredad” en literatura que nosotros, lectores adultos. Dicho de otro modo, son capaces de reconocerse en personajes extraños, fantásticos, indefinibles. Pueden encontrar referencias de sí mismos en un emperador chino, un dragón, un abuelo siberiano, una bailarina de otros siglos. Nosotros, tan serios y tan adultos, creemos que solo somos seres humanos.      

Según creo, escribir para niños redobla la obligación del pensamiento poético. La literatura escrita para niños y adolescentes es profundamente metafórica y connotativa. Esto la acerca al lenguaje poético. Por ejemplo, Alicia en el País de las Maravillas ha sido decodificada de muchos modos, todos genuinos y necesarios. Hay, sin embargo, una manera de entender ese texto que me resulta especialmente atractiva: Alicia en el País de las Maravillas postula el aprendizaje a través del arte.

Alicia llega cargando su bagaje de practicidad, sentido común, pensamiento inductivo, racional, con su mundo de mandatos unívocos: esto es esto. Llega y se encuentra con personajes que, de un modo u otro, se plantean como artistas. Y no porque sean practicantes de una disciplina artística —eso no es lo más importante—; son artistas porque piensan artísticamente la realidad: atraviesan la lógica establecida, proponen pensamientos alternativos y soluciones nuevas, comprenden, en definitiva, que la realidad puede y debe problematizar y resolverse con miradas distintas, inéditas y valientes.   

La pequeña Alicia va encontrándose con seres que impugnan la idea de que hay un único modo “serio” de conocer el mundo. Seres que le cuestionan su alto sentido de la utilidad y, en cambio, se regodean en lo inútil.
           
Asimismo, la literatura juvenil no es, no debe ser, divulgación literaria. No consiste en un conjunto de textos que preparan a las personas para que un día puedan acceder a la literatura con mayúsculas, o bien subsanan para el diario vivir unos saberes deficitarios. Literatura infantil, juvenil, literatura para adultos... son ramas de la misma disciplina.

La divulgación de la física, por ejemplo, no produce teoría, no genera, a través de determinadas metodologías, conocimientos nuevos. La divulgación científica “traduce” a un registro coloquial las producciones de la ciencia. En cambio, la literatura juvenil (literatura antes que nada) se enfrenta a la tarea de resignificar y organizar el lenguaje para que alcance categoría estética. En literatura juvenil no hay traducción, sino producción positiva y de primera mano.

Un escritor de literatura para niños o adolescentes, como cualquier otro, se enfrenta a búsquedas y decisiones conceptuales y formales, no evade ni minimiza las dificultades. La literatura juvenil no es precalentamiento; es pleno juego.  Exactamente igual que en un relato para adultos, si pretendemos que la literatura para niños y adolescentes sea eficiente, en este cometido debemos pararnos en el extremo opuesto a la obviedad, al panfleto, y crear textos con espacios abiertos para la vacilación y la duda . En literatura, la contundencia del contenido solo se logra por la contundencia de la propuesta estética.
  
Sabemos que, en un alto porcentaje, hablar de literatura infantil y juvenil es hablar de promoción literaria; pensar en ella es palidecer ante la pregunta ¿cómo hacemos para que los chicos lean?

Si acaso fuera esa la pregunta, mi respuesta personal sería: hagamos literatura y no discursos facilistas y moralizantes; hagamos poesía, pongamos a nuestros niños ante la maravillosa dificultad de la literatura, ante la ambigüedad de un buen cuento. Solo así la lectura tenderá sus infinitos puentes; puentes hacia el otro, hacia nosotros mismos, hacia la emoción inteligente, hacia el control de los miedos y de las culpas. Hacia el pasado y el futuro. Y, mejor todavía, un puente hacia el instante presente, lo cual solo la poesía puede construir.

Por Liliana Bodoc (Argentina)



viernes, 4 de abril de 2014

LAZOS...


lunes, 24 de febrero de 2014

CRITERIOS DE SELECCIÓN DE LIBROS LITERARIOS PARA NIÑOS







Cada año cuando comienza el ciclo lectivo nos encontramos pensando en qué libros elegir para nuestros niños Qué es lo que debemos tener en cuenta ? Por qué este libro sí y este otro, no?
Aquí trataré de dar algunas consideraciones básicas para la elección de libros literarios
 La edad Pensar únicamente en la edad es tan erróneo como no tenerla en cuenta ,ya que sabemos por experiencia, que no todos los niños que tienen la misma edad cronológica tendrán la misma maduración lectora y sin embargo no podemos dejarla de lado al elegir un cuento o una novela Deberemos estar atentos a su capacidad de imaginación, de creación de nuevos mundos ,a su maduración personal
Los autores Es muy productivo que los niños conozcan un canon clásico de autores reconocidos tanto nacionales como internacionales, pero abrir el canon a lecturas de autores nacionales y extranjeros poco difundidos les dará otra visión de la literatura
No existe un tipo de escritor para niños, diferentes tipos de escritores le darán diferentes instrumentos, que tomarán cuando les sean necesarios Todo escritor está surcado por su ideología y por el mundo que lo rodea no está exento de las problemáticas actuales, al igual que los niños a quienes les será más fácil identificarse con el mismo y con su escritura
Los géneros Los niños deben conocer textos de todos los géneros, es verdad, que siempre la narrativa (cuento-novela) es la más usada en el ámbito escolar ,pero tanto el teatro como la poesía le mostrarán otras formas de literatura
La temática Los niños no viven en un mundo separado del nuestro, ven la televisión y conocen , en mayor o menor medida, los problemas y conflictos actuales, por lo que con los niños puede tocarse todos los temas, con un lenguaje claro y sencillo Un buen libro debe estar en concordancia con el calendario
Para culminar quiero dejar una frase de Gianni Rodari
"Un libro para niños se puede considerar como logrado cuando interesa a los niños y estimula y compromete toda su personalidad, al igual que hace un buen juguete Esto quiere decir que el libro ha de responder a cualquier pregunta fundamental , a cualquier necesidad real de los niños, ha de ser, en cierta manera un instrumento de su crecimiento"

                                                    Fuente:
                                                    http://lafabricadecuentos.blogspot.com.ar/